viernes, abril 25, 2008

"Mi chiquita"

Desde que trabajo de periodista no hago más que quejarme; me encanta lamentarme, putear contra mi suerte y mi destino, cuando tengo que asumir que soy un privilegiado. Entre mis quejas favoritas hay una recurrente: "¿Por qué no tuve un mentor, un guía, un alguien que me ayude?"
Hoy pasó algo. Después de un día aburrídisimo en un diario, y de replantearme a cada segundo por qué carajo decidí dedicarme al periodismo, había entrado en un estado de sopor del que me sacó de un sopapo la renuncia del Ministro de Economía. Tuve que despertarme y sacar a relucir todo lo que tenía y debo decir, aunque tanto me cueste creerlo, que lo hice bien, que tengo lo mío.
Creo que eso pasó porque sí tuve mentores, sí guías, sí gente que me ayudó.
En medio de la vorágine recibí un llamado que quise terminar de golpe.
"Riggy, no sé cómo decirlo..., pero se murió V., la encontraron en su casa".
Por un segundo perdí el aliento, el tiempo se detuvo y Lousteau perdió toda relevancia.
V. fue una mentora, no fue jamás mi amiga y posiblemente fue de las personas que laboralmente más destesté en mi vida: realmente odié a esa mujer, con un odio genuino, venenoso, casi adolescente. Ella fue la que sacó lo más oscuro de mí y la que me llevó a parir mi Catarsis blog.
Jamás volví a escribir con tanta furia sobre alguien, jamás nadie despertó tanta ira y tengo que decirlo, casi nadie me enseñó tanto. Casi nadie fue tan mentora, tan guía. Si hoy pude correr, si hoy llegué a tiempo, si logré superarme en estos años es porque en algún lado quedó ése "Yo puedo todo" que me hacía repetir ciegamente como a esos mantras extraños que leía. Hoy lo pienso y lo entiendo: tuve mentores y guías, la lista no supera las tres o cuatro personas y V. fue una de esas personas.
Me dio una enorme tristeza la noticia. No era mi amiga, pero sí de esas personas que uno no olvida.
No tengo datos, no se saben los motivos, sólo sé que con ella aprendí de producción más que de nadie, nunca. También sé que su novio la encontró sentada, con el control remoto en la mano y la televisión prendida.
Murió así: mirando tele.

2 comentarios:

G&G dijo...

Adiós a la dama misteriosa. Yo le estaré eternamente agradecida por otras lecciones.

Riggy from the blog dijo...

Cuán Jesún con Juan y María, alguna vez ella dictaminó que fueras mi tía, y así fue. Fue la gran excusa y hoy también agradezco haberla conocido por eso.
Estoy tía, siempre.
Lav
R.