lunes, diciembre 07, 2009

Flesh n' blood (n’ love)


Nada más preciado, más cuidado, más íntimo, propio, único.

Nada más tierno, más nuevo, más puro.

Nada más lindo y perfecto que su regalo, que su entrega, que su mirarme desde lo profundo de sus ojos; esos ojos negros y eternos en los que se reflejaba la magia de la ofrenda, el miedo y el dolor; esos que esperaban la conversión y que sin más, me convirtieron a mí también.

Envueltos en una total y absoluta paz, con esa seguridad que no muchos pueden ostentar, Scarlett se convirtió conmigo y juntos atravesamos un camino de sangre y fuego que juro no voy a olvidar mientras viva.

En una noche que tuvo a una rubia bluseando para nosotros, la morocha más increíble que haya conocido me eligió, me miró y me enalteció como nadie lo hizo jamás.

Lo demás fueron torpezas, accidentes y risas.

Con ese abrazo, ese temblar y todo lo demás, la noche fue mágica y perfecta.

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