Algo raro, algo nuevo, una sensación que late y se expande hasta la punta de los dedos. Es una fuerza que atrae y que nos hace orbitar alrededor del otro como la luna, que se halla incapaz de abandonar su adoración a la tierra ni siquiera por un segundo.
Son horas que transcurren veloces, con minutos tan efímeros que semejan meros puntos de un cuadro impresionista, donde lo que realmente importa es el todo y no su faceta individualista.
Son suspiros, no por lo que falta adentro, sino por todo lo que se siente en el interior y uno no sabe como expresar.
Y por qué no, miedo.
Temor a las sensaciones, a lo desconocido y a lo que el otro quiere conocer.
Es un torbellino que eleva de la base al cielo con una sonrisa, pero que puede golpear tan duro contra el suelo hasta dejarnos abombados y demolidos.
Sin embargo, de pronto, se siente un nuevo viento que nos sube, y todo vuelve a empezar.
Scarlett from the blog
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